Con cuatro años y pico de retraso, Evangelos Venizelos al final lo ha conseguido: se ha elegido presidente del PASOK y con un porcentaje (97%) que incluso envidiaría su compañero Kim Jong-il de Corea del Norte. Sólo que su predecesor parricida [G. Papandreou] le entrega un partido que está en las últimas.

Incluso si las denuncias de Tzoumakos [otro candidato a la presidencia del partido] por prácticas de fraude electoral —que tenían como objetivo el aumento del número de los votantes— no son válidas, este número palidece ante el número de los que habían apoyado a Papandreou el 2004, en la elección norcoreana anterior. El PASOK es una reunión de mandos del partido sin base, de oficiales de un ejército disperso, sin moral

Pero lo más importante es que el PASOK, como mecanismo de partido, casi se ha destrozado: se trata de una reunión de mandos del partido sin ninguna base, de oficiales de un ejército disperso, sin moral, a los que la única cosa que les une es su incapacidad por hacer algo diferente en su vida, de lo que hacían por tantos años: gestionar el poder público y recoger sus frutos.

Se trata de un partido en quiebra, no sólo de forma moral, sino económica también y estaría bien que Venizelos no asumiera la responsabilidad de la caja del partido, porque pronto le llegará la dolorosa, irremediablemente. Normalmente, el PASOK ya no tendría que existir, tendría que ceder su sitio a una nueva formación, sin los pecados imperdonables del pasado.

El tema es que, al contrario de Papandreou, que lanzó contra las rocas el barco del país y el del partido también, Venizelos sabe qué está pasando y cómo andamos. Quizás parezca ilusionado con el PSI [el porcentaje de la participación del sector privado en los proyectos económicos del gobierno], pero sabe que el recorte [de la deuda] no es la solución de los problemas graves de la economía griega, sabe que en realidad consiste en el seudónimo del gran robo de las cajas de la seguridad social, del que era cómplice.

A Venizelos, su ambición le impone tomar posesión del barco, incluso si los viajeros ya han saltado a los botes Sabe también que en junio la Troika va a traer nuevas medidas abominables, medidas que tiene que respetar con fidelidad, medidas que llevarán el país a la explosión social y a los que estarán gobernando, a la huida.

Pero Venizelos no puede evitar todo esto, porque su ambición le impone tomar posesión del barco, incluso si la proa ya se ha hundido y la mayoría de los viajeros y las ratas del barco también han saltado a los botes, con salvavidas o no. El nuevo líder del PASOK cree que las encuestas desastrosas han bajado los criterios de la gente y así podrá obtener resultados mejores que los actuales, un éxito que le va a dar el permiso de la participación en un gobierno venidero, compuesto por el liberalista "Partido Unido de los Mercados", con Nea Dimokratia en el papel del factor principal.

Si vuelve a conseguir su participación en el reparto del poder, puede esperar mantener el partido de los mandos que acaba de asumir. Los diputados fracasados —y habrá muchos esta vez— conseguirán encontrarse en algún puesto público, o gerentes en esos pocos hospitales que no han destruido los gerentes anteriores y el memorándum y luego ya veremos.

Sólo queda por ver si los votantes y las rápidas evoluciones sociales y políticas que están llegando independientemente de las elecciones le van a favorecer.