Compártelo
Compartir en FacebookCompartir en MeneameCompartir en Twitter

Publicidad

Ediciones Oriente Mediterraneo

El caos que viene Cuentos Populares Bereberes Defensa Siciliana

Stelios Kouloglou
Stelios Kouloglou
[Nov 2011]
EspaÑA  columna  ¿Vamos a votar, señora Merkel, y cuándo?

Desafortunadamente, Samaras [dirigente del principal partido de la oposición] no aprende de sus errores. A principios de los años 90, el presidente de Nea Dimokratia, para promover su carrera política, adoptó una táctica maximalista sobre el asunto de Macedonia, que parecía buena a los griegos, pero no tomaba en cuenta en absoluto la realidad internacional: eso acabó en su exilio en el desierto político, para los diez años que siguieron, en el reconocimiento de la FYROM como Macedonia por todo el mundo y en una de las derrotas diplomáticas más graves de la historia moderna de Grecia, después de haber gastado mucho de su fuerza nacional. Como se demostró, las elecciones no afectan ni en lo más mínimo el drama de los países de la zona euro

Veinte años más tarde, la misma persona adoptó una política similar, que les gustó a los votantes, pero ignoraba las posiciones de la derecha europea y por regla general, la situación internacional: el resultado era que se arrastraba, hace pocos días, hacia una humillante declaración de legalidad, de la que faltaba, a diferencia de otras cartas suyas, cualquier tipo de referencia a elecciones eventuales, el 19 de febrero. Y eso porque Bruselas y Merkel posiblemente van a pedir la prórroga del mandato del gobierno actual.

De todas formas, como se demostró las últimas semanas, las elecciones no afectan ni en lo más mínimo el drama de los países de la zona euro. Su suerte está en las manos del equipo de Fráncfort.

Después de Grecia y de Italia, le tocó a España el cambio de gobierno, hace casi dos semanas: el Partido Popular derrotó a los socialistas y la diferencia entre los dos partidos era la más grande desde la restauración de la democracia, el año 1975. Y encima, los ganadores poseen la mayoría absoluta en el Parlamento y pueden gobernar el país sin problema y salvarlo de la crisis.

Pero, en realidad, nada va a cambiar.

Empecemos desde el principio. Como en Roma y en Atenas, así en Madrid también, el cambio de gobierno llegó antes de su tiempo. Las elecciones se habían planeado para el marzo del año 2012, pero Zapatero las precipitó por el descontento social y por la crisis de la deuda del país: tres días antes de las elecciones, el interés con el que el país podía conseguir préstamos llegaba al 7% y ningún país puede tomar prestado a estos niveles. Lo que raramente anuncian los medios es que España NO tiene problema con su deuda, que llega al 61% del PIB

Lo que muy raramente anuncian los 'loritos' de los medios de comunicación es que España NO tiene problema con su deuda, que llega al 61% del PIB. Este porcentaje no tiene nada que ver con el de Grecia (145%), o de Italia (118%) y es bastante más bajo que el de Alemania (83%). ¿Por qué los 'mercados' tienen miedo que España quiebre y los préstamos que pueda conseguir son más caros que los de Alemania, que tiene una deuda más alta? ¿Qué está pasando aquí?

Presiones a Zapatero

Miremos la explicación de la revista Spiegel sobre los motivos por los que los votantes castigaron a los socialistas: “El Partido Socialista negó por mucho tiempo la existencia de la crisis económica”. Sólo la gran presión de Bruselas obligó a Zapatero a retirar las prestaciones que en tiempos mejores había concedido a los funcionarios, a los pensionistas, a los estudiantes y a los padres nuevos.

En realidad, bajo la presión del equipo que dirige la suerte de los países de Europa, el presidente español hizo una grandiosa voltereta hacia atrás adoptando el neoliberalismo. El Parlamento votó a favor de medidas de austeridad y de flexibilidad de las relaciones laborales, llegando hasta la modificación de la Constitución según el modelo alemán, que prevé en adelante un presupuesto igualado. Los socialistas se alejaron de su base, adoptando un programa que sus adversarios saben mejor cómo aplicar

Según la revista alemana, la razón principal de la mala suerte de los socialistas es que Zapatero tardó en someterse a Bruselas. Es obvio que pasó justo el contrario: los socialistas se alejaron de su base electoral, faltando a sus promesas electorales y adoptando un programa que sus adversarios saben mejor cómo aplicar. Pero, ¿el problema no se habría reducido si al menos se hubieran amoldado más temprano?

Sus homólogos griegos dan una respuesta negativa: hasta el anuncio de un referéndum, que por muy poco no llevó al derrumbe del capitalismo mundial, el presidente del PASOK [G. Papandreou] y de la Internacional Socialista era el buen alumno de Bruselas: su gobierno no negoció nada de las varias medidas que en dos años llevaron el país muchas décadas atrás.

La 'paradoja' de Portugal

Si los balcánicos enfurecidos, con su deuda insoportable, no constituyen el mejor ejemplo, miremos el caso del tranquilo Portugal. El (ex) gobierno socialista de Sócrates tomó unas medidas duras y el gobierno neoliberalista de Coelho que surgió, prometió aplicar con seriedad muchas cosas más: el resultado es que se prevé que la economía portuguesa experimentará, para el año 2011, una recesión récord del 5%. Hace pocos días y mientras el nuevo gobierno reducía sin escrúpulos las vacaciones y el complemento del sueldo de Navidades, la economía portuguesa se infravaloró demasiado. Grecia, España, Irlanda y Portugal tienen que aplicar las mismas medidas, que agravan la crisis y favorecen Alemania

El nuevo gobierno español, que en realidad no promete nada más que algunas reducciones de impuestos y una flexibilidad más de las relaciones laborales, obtendrá resultados similares. Unas horas después de su gran victoria, el nuevo gobierno se vio obligado a pedir préstamos con el doble interés del del gobierno vencido.

No importa, entonces, si se realizan elecciones o no, quién gana y con qué programa electoral. Desde Italia y Grecia, con sus primeros ministros tecnócratas, hasta España, Irlanda y Portugal con sus presidentes electos, tienen que aplicarse las mismas medidas, que agravan la crisis y de una forma rara favorecen Alemania.

Miremos qué dice del futuro de la zona euro, no alguna página web marginal, sino el diario New York Times. Poca gente lloró por Papandreou y por Berlusconi, cuya caída impuso el eje de Bruselas – Berlín – Paris.

Pero, por mucho que sean bienvenidas sus retiradas, dan una imagen preocupante de un estado europeo común, donde la estabilidad se consigue a costa de la democracia. El ritual de los Parlamentos sigue existiendo, pero el poder real está en manos del 'Equipo de Fráncfort' Quizás el ritual de los Parlamentos y de la democracia siga existiendo, pero el poder real de la toma de las decisiones está en las manos de las fuerzas del llamado 'Equipo de Fráncfort', de un círculo pequeño, formado por Angela Merkel, Nicolas Sarkozy y otras personas del conjunto de los banqueros–mandatarios de la Union Europea, que dirigen la crisis europea desde octubre.

Se trata del equipo que ya hace subir y bajar los gobiernos, en países que se tambalean por las tácticas políticas que él mismo ha impuesto. En el ojo del huracán, desde el principio de la crisis, destruida los dos últimos años por un gobierno y un sistema político que está en las últimas, Grecia está abatida. Desde este punto de vista el presidente de Nea Dimokratia hizo muy bien y no habló de las elecciones ni de su fecha. Porque ¿qué íba a pasar si la señora Merkel y el equipo de Fráncfort pidieran otra fecha?