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Ediciones Oriente Mediterraneo

El caos que viene Cuentos Populares Bereberes Defensa Siciliana

Stelios Kouloglou
Stelios Kouloglou
[May 2012]
Grecia  columna  Terapia de choque para los partidos

La crisis política y social en Grecia es muy profunda como para que pueda ser resuelta a través de una batalla electoral. Como dijimos el día que se anunciaron los comicios del 6 de mayo, esas fueron las elecciones "del castigo y de las sorpresas". Porque, si cualquier pais serio hubiera quebrado, los partidos que lo llevaron a ese desastre se habrían destruido.

Pero aquí tenemos a Evangelos Venizelos, el líder del PASOK, que está orgulloso de haber firmado las últimas medidas abominables y a su homólogo del Nea Dimokratia se le antoja el cargo del primer ministro, para que pueda así aplicarlas él mismo. Lo que les había quedado a los votantes fue la imposición de una terapia de choque, igual que la que los dos partidos les impusieron los dos últimos años, sin legitimidad ninguna, llevando así el país a la desesperación y al decaimiento. Es difícil decir cuál de los socios del bipartidismo ha sufrido la mayor derrota, el PASOK o Nea Dimokratia

Es difícil decir cuál de los socios del bipartidismo ha sufrido la mayor derrota. ¿El PASOK que justo 2,5 años después de su triunfo electoral, en 2009, está en la tercera posición, llegando al 13%, o Nea Dimokratia, que con la intención de alcanzar la mayoría parlamentaria al final llegó al 18,9%? Lo que es seguro es que el PASOK entra en una crisis interior profunda, puesto que los sucesores están afilando los cuchillos para ir a por Venizelos, quien declara que se queda al liderazgo para dirigir el renacimiento del partido.

El regreso de Karamanlis

Por otro lado, en Nea Dimokratia, el descontento hacia el dirigente Antonis Samaras es tan grande que algunos mandos se están preparando para pedir el regreso del fanático del Play Station, Kostas Karamanlis, “para que unifique el partido de la centro-derecha”. De todas formas, explicó uno de estos mandos, “los de la familia Karamanlis son mejores la segunda vez”, en referencia al hecho de que el tío de Kostas, Konstantinos Karamanlis, el primer ministro del período de violencia y fraudes antes de la dictadura volvió con mucho mejor pie a la política durante el período de la transición política del 1974. La cúpula de Neo Dimokratia es inadecuada porque no entiende lo grande que es la corrupción en el partido

Pero es verdad que Samaras cometió muchos errores, que se tienen que enseñar en las facultades de Ciencias Políticas, como errores a evitar para un partido que quiere llegar al poder. El colmo fue la batalla frontal con Panos Kammenos, líder del partido Griegos Independientes: mostró que la cúpula del partido es inadecuada porque no entiende lo grande que es la corrupción en Nea Dimokratia. Fue precisamente la demonización de Kammenos lo que le colocó en la cuarta posición, pocas semanas después de la fundación del partido, con el impresionante porcentaje del 10,5%.

La mina de oro de la Izquierda

En un período de pocas semanas se decidió el resultado de la batalla en el interior de la Izquierda. Aunque la entrada del DIMAR en el Parlamento consiste en un éxito, con un porcentaje del 6%, que el propio SYRIZA habría envidiado hace dos años, ahora este partido se parece a un orfebre que descubre una mina de oro y luego la abandona. No fue tanto por el hecho de la incorporación de algunos ex diputados y mandos del PASOK —además, el SYRIZA hizo lo mismo, pero de forma menos extensa— sino por esta ampliación que no se acompaña de una plataforma política radical y clara.

Por otro lado, el hecho de la aceptación del memorándum, porque constituye un contrato internacional del pais (como si la historia de la Izquierda griega no estuviera llena de luchas por la abolición de contratos así) y el objetivo del desengancho progresivo de aquel, reforzó la imagen de un partido amistoso y listo para una alianza con el odioso PASOK.El partido izquierdista DIMAR se parece a un orfebre que descubre una mina de oro y luego la abandona

Al final el DIMAR, que acusaba a SYRIZA de izquierdismo, porque rechazaba la publicación de un programa gubernamental, llegó al punto de negarse a colaborar con cualquier otro partido, salvo, quizás, el de los Ecologistas Verdes, que poseen muy poca fuerza y desafortunadamente, al final no superaron el umbral del 3%. Esta política de rechazar cualquier tipo de colaboración llevó gradualmente a lo que Fotis Kouvelis, el líder del DIMAR, se vió obligado a decir en una entrevista: “Si no sale un gobierno, vamos hacia nuevas elecciones”.

Por el contrario, el SYRIZA, el gran ganador de las elecciones (con un 16,74%), debe su éxito a la amplia proyección de la imagen de un partido “que puede gobernar”, basado en un programa de derribo del memorándum. Aunque a su dirigente, Alexis Tsipras, le criticó incluso su propio partido, por su opinión que un gobierno de la Izquierda podría recibir un voto de tolerancia o de apoyo de Griegos Independientes, él cambió su agenda preelectoral, pasó de la conversación sobre los emigrantes y el dilema “euro o dracma” a los planes gubernamentales.

No es algo fortuito que Tsipras forme parte de una generación a la que las distinciones políticas convencionales de Derecha e Izquierda no le importan tanto como le importaban a la generación anterior: el SYRIZA aparece como primer partido preferido por los jóvenes, mientras que el segundo lugar sale Griegos Independientes.

Comunistas en crisis

El gran fracaso de la Izquierda es el del Partido Comunista (KKE), puesto que la táctica del “No me molestéis si no os molesto yo” parece que ha sido desastrosa en un período en el que los ciudadanos a los que se dirige este partido tienen problemas grandes y están buscando soluciones. Para el Partido Comunista, conseguir un voto menos que SYRIZA es una derrota, y ha recibido sólo la mitad Esto se ve también a través de las declaraciones de la dirigente, Aleka Papariga, después de anunciarse los resultados, que sólo escucharon los miembros del KKE: para este partido, conseguir incluso un voto menos que el SYRIZA es una derrota grande y ahora ha recibido sólo la mitad de las papeletas que aquel; de manera que entra en un período de introversión y de crisis interior. Y mucho más cuando el SYRIZA puede jugar por primera vez desde las elecciones de 1958 el papel del primer partido de la oposición.

Arma de destrucción masiva

La llaga más grande de los resultados de las elecciones es la entrada de los neonazis al Parlamento, sin que el problema de la emigración y de la delincuencia sea la razón principal de esto: el Hrysi Avgi (Amanecer Dorado) recibe los porcentajes más altos no en el barrio de Agios Panteleimonas [barrio de Atenas donde viven muchos emigrantes], sino en provincias sin problemas de inmigración, porque quienes votaron por este partido fueron ciudadanos que quieren castigar el 'establishment' de forma extrema y destruirlo.

En realidad se trata de una “acción terrorista” de una parte de aquellos que el año pasado estuvieron gritando cosas como: “Que se queme, que se queme este burdel, el Parlamento”: sólo que en lugar de elegir una bomba, eligieron proyectiles tontos. En las consultas para la formación de gobierno hay un juego de acusaciones de todos hacia todos

Como ya se sabe, estas elecciones fueron, por supuesto, “las más cruciales desde el período de la transición política del 1974 hasta las próximas... que no van a tardar mucho”. Incluso con el 'regalo' absurdo de los 50 escaños, que viene de una ley absurda, una ley por cuya culpa el 19% de los votantes no se representa en el Parlamento, el Nea Dimokratia y el PASOK juntos no llegan a los 149 escaños. Pero incluso si el “Partido de los Mercados Unidos” pudiera asegurar se la mayoría parlamentaria, le resultaría muy difícil formar un gobierno estable, puesto que la política neoliberalista del memorándum se ha rechazado de forma tajante.

Así, en las consultas para la formación de gobierno, que empezaron hace pocos días, hay un “blame game”, un juego de acusaciones de todos hacia todos, respecto a cuál de los partidos tiene la culpa a la hora de rechazar las coaliciones necesarias. Algunos partidos, sobre todo el DIMAR y el KKE, se encuentran en una situación incómoda y todos intentan evitar sus responsabilidades cara a la nueva batalla electoral, que parece inevitable.

La victoria electoral de François Hollande en Francia, que es de una importancia tremenda, va a cambiar la receta desastrosa que Alemania ha impuesto a Europa, pero Grecia ya no dispone mucho tiempo.