Grecia  columna 

¿Hay pirómanos en el Ministerio de Protección Ciudadana?

El Gobierno se parece cada vez más a un bombero pirómano. Primero crea problemas atizando fuegos. Luego intenta apagarlos pero... dada su pasión de pirómano los aviva más.

El último incidente era la dura agresión de las fuerzas policiales a manifestantes desprevenidos el 11 de este mes, que produjo como resultado el grave traumatismo de uno de ellos, cuya vida está en peligro. Con un ambiente político y social que el gobierno mismo ha creado con toda su conducta política, el ministro competente y la cúpula de la policía habrían tenido que dar instrucciones estrictas a la Policía Antidisturbios para evitar así los hechos de desbocada y desmesurada violencia que todos conocemos de la parte de la policía.

A pesar de todo eso, y como se ve en el vídeo y en la foto reveladores que presentó el 6 del mes nuestra página web, los hombres de la Policía Antidisturbios se sienten totalmente libres para dar patadas a manifestantes caídos al suelo y para... torturar ligeramente a alguien a quien  han apresado en Exarquia [barrio ateniense  ´revolucionario´, donde se juntan estudiantes, intelectuales y anarquistas] golpeándole con la empuñadura de hierro de las porras. ¿No se enteran en el Ministerio de Protección Ciudadana (?) de que la muerte de un manifestante atizará el fuego por todo el país y probablemente conllevará la caída del Gobierno?

Es evidente que en el Ministerio competente, al menos, se ha perdido el control totalmente. Justo hace dos semanas, 300 policías del grupo Delta de la Policía griega [Fuerza de Control de Reacción Inmediata] solicitaron trasladarse a otro servicio de la policía, denunciando una guerra interior del grupo Zeta [Fuerza de Vigilancia de Carreteras].

La semana pasada, en el centro de Atenas, donde el control ya se había perdido totalmente, unos delicuentes mataron a una persona por una cámara. El Ministerio de Protección Ciudadana, en lugar de anunciar unas medidas contra la delicuencia que se está recrudeciendo, se apresuró a achacar la responsabilidad a las autoridades municipales de Atenas, aunque ellas no tienen poder policial. ¿No hay nadie que pueda decir a [Christos] Papoutsis [ministro de Protección Ciudadana] que los viejos trucos que llevaron al país a este punto ya no tienen exito?

La gota que colmó el vaso era la violencia cruda del 6 del mes. La nueva foto reveladora que acompaña esta columna [arriba] constituye un documento más: el objetivo son las cabezas que los policías golpean con la empuñadora de hierro de las porras, violando todas las leyes y todos los reglamentos de actuación de la Policía griega. Se pueden ver fácilmente incluso los datos del dueño del casco. El culpable de la infracción —como también aquéllos que están moliendo a palos o torturando a los manifestantes caídos o detenidos— pueden localizarse fácilmente y tienen que destituirse. Si no es muy tarde ya, incluso para esto...