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Ediciones Oriente Mediterraneo

El caos que viene Cuentos Populares Bereberes Defensa Siciliana

Stelios Kouloglou
Stelios Kouloglou
[Jul 2011]
Grecia  columna 

Grecia y la flota de la libertad

La clase dirigente de este país no tenía nunca una conciencia nacional desarrollada. Desde el siglo XIX, con el partido anglófilo, galófilo y rusófilo, hasta la ocupación por las tropas alemanas, cuando la mayoría de los políticos del país se dieron el piro a Egipto. Cuando su poder se tambalea, el servilismo ante las potencias extranjeras llega a la cumbre.

Durante la guerra civil [1945-1949] aún Panagiotis Kanellopoulos [entonces primer ministro], uno de los políticos burgueses más iluminados, no dudó en dar la bienvenida al militar estadunidense Van Flit con una frase que ya es historica: "Mi general, este es su ejército". Cuando el poder de la clase dirigente se tambalea, el servilismo ante las potencias extranjeras llega a su cumbre

Los últimos días toda la opinión pública liberal del mundo está siguiendo al gobierno griego y al ministro competente de la 'Aspersión Ciudadana' [referencia al ministro de Protección Ciudadana, por el abundante uso de gases lacrimógenos empleados por la policía], que compite con Kanellopoulos en el tema de la 'Flota de la Libertad' que zarpaba de Grecia a la Franja de Gaza.

Violando todas las normas internacionales, el gobierno de Israel ha convertido la Franja de Gaza en la mayor cárcel del planeta y por eso los esfuerzos internacionales que de forma simbólica quieren romper el bloqueo son absolutamente justificados.

La tentativa del año pasado acabó, como ya se sabe, en un baño de sangre cuando los comandos israelís atacaron los barcos en las aguas internacionales, en una iniciativa pirata sin precedentes en la historia internacional. Decenas de ciudadanos griegos fueron detenidos ilegalmente y transportados a Israel, mientras que algunos de ellos, fichados evidentemente, fueron pegados, aunque no opusieron resistencia.

Además, sus objetos personales fueron confiscados de forma ilegal también y no se les han devuelto (precisamente, más tarde fueron detenidos algunos soldados israelís por vender los portatiles confiscados y otros aparatos digitales en el mercado negro), mientras que los barcos de bandera griega se están oxidando en algún puerto israelí, a pesar de que todos los demás ya se han devuelto a Turquía y a los otros países de donde procedían.

Se creería que esa conducta hacia ciudadanos griegos y propiedades griegas habría creado, al menos, un clima de frialdad entre el gobierno griego y el israelí. En realidad, sucede exactamente lo contrario: hemos visto desde ejercicios militares conjuntos de Grecia y de Israel en el mar Egeo hasta las recientes decisiones del [Christos] Papoutsis [ministro de Protección Ciudadana], que prohibió zarpar no sólo a los barcos griegos, sino también a un barco estadunidense, y encima ordenó la detención de su capitán.

La conducta israelí hacia ciudadanos griegos no creó un clima de frialdad sino exactamente lo contrario

Se tiene que señalar aquí que antes de esa conducta demasiado americanófila del ministro, dos de los barcos que iban a zarpar fueron saboteados, evidentemente por servicios secretos del extranjero. Es un hecho que agentes extranjeros actúan sin que nadie les moleste en Grecia, ni siquiera el gobierno.

Se tiene que añadir también que en los barcos a los que se les prohibió zarpar, iban a viajar eurodiputados y personas galardonadas con el premio Nobel, que siguen indignados por la actitud de Grecia y su conducta de guardia civil de Tel Aviv y de Washington, como si no fuera suficiente la difamación diaria del país por las columnas y los reportajes internacionales.

Como sucedió con el derribo radical de sus promisos preelectorales en el sector de la economía, el PASOK [partido en el gobierno] altera su política exterior, que seguía durante años, pero no se toma la molestia de dar explicaciones. Según unas informaciones, [el primero ministro Giorgos] Papandreou se encontró con el [el primer ministro israelí Binyamin] Netanyahu en un restaurante de Moscú y... se cayeron bien.

No está claro cuáles de los dones del ultraderechista y belicoso homólogo suyo apreció el presidente de la Internacional Socialista [Papandreou], pero no es lo que nos interesa. El tema es si esta claudicación es buena para el país, aun si se hace la vista gorda provisionalmente en cuanto a la parte moral de este asunto, es decir, la identificación desvergonzada con la política de genocidio que sigue el gobierno de Netanyahu en el tema palestino.

Recep Tayyip Erdogan [primer ministro de Turquía] por ejemplo, que había denunciado el ataque del año pasado, ahora se está preparando para reconciliarse con Israel poniendo, según los periódicos turcos, tres condiciones: que Israel sea llevada a juicio por aquel hecho, que pague indemnizaciones a las familias de las víctimas y que levante el embargo a la Franja de la Gaza. Antes fue proclamado héroe del mundo árabe porque se enfrentó con Israel exactamente por el tema de Gaza.

Como ya se ha demostrado por el curso de la historia, no acabamos en nada positivo cuando tenemos todo el tiempo el papel del que se lleva todas las tortas. Pero Papoutsis ha cogido tanta confianza que no vacilaría aun en entregar los barcos al gobierno israelí con una versión moderna de la famosa frase de Kanellopoulos: "General Netanyahu, esta es su flota".