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Ediciones Oriente Mediterraneo

El caos que viene Cuentos Populares Bereberes Defensa Siciliana

Stelios Kouloglou
Stelios Kouloglou
[Oct 2011]
Grecia  columna  ¡Es el desarrollo, estúpidos!

Normalmente, cuando te quitan 10.000 millones de tu deuda, es imposible que no estés satisfecho. Y de verdad, como ya se ha analizado en nuestra página web, una reducción tan grande consiste en un alivio de la deuda acumulada que sigue constituyendo una amenaza para nosotros, la prosperidad del país, sus ciudadanos y su independencia.

Las protestas de Nea Dimokratia [el partido de la oposición], que intenta infravalorar la reducción con el argumento de que el acuerdo prevé que el año 2020 la deuda fluctuará en torno al 120% del PIB, como también más o menos pasó el año 2009, muestran que la conversación política en Grecia es muy demagógica y aldeana. ¿Puede el acuerdo de Bruselas contribuir a que nuestro país salga del círculo vicioso donde se ha encerrado?Y además, el año 2009 el déficit fiscal alcanzó los 37.000 millones y la deuda era incontenible.

Supuestamente tenemos que desear unos números así para el año 2020: dentro de nueve años, otros países europeos, debido a sus préstamos y obligaciones, tendrán una deuda más alta que la nuestra y así Grecia estará en una posición ventajosa.

El tema es si el acuerdo de Bruselas puede contribuir a que nuestro país salga del círculo vicioso donde se ha encerrado. Y ahí está la parte difícil.

Todavía quedan muchos puntos no clarificados, sobre todo técnicos, pero también con mucha importancia económica y política, que dificultan la estimación completa de las decisiones de la cumbre del 27 de octubre. ¿Las cajas de ahorro van a gozar de un trato especial, ya que según el tratado del 21 de julio se habían quedado exceptuados de la reducción? No habrá ningún desarrollo verdadero si el país no se libera del corsé neoliberalista de la austera desciplina fiscal ¿Al final los bancos van a participar en la reducción, puesto que la participación es voluntaria? ¿Y si deciden participar será por el regalo [en referencia a la reforma de las condiciones jurídicas de la deuda] que Merkel les ofreció generosamente?

Lo más importante es que para llegar al... sueño del año 2020 y del 120%, la economía griega tiene que presentar un superávit primario los años siguientes y buenos ritmos de desarrollo. Y aquí la cosa se complica más porque todavía no se ha aclarado el proceso de la nueva capitalización de los bancos griegos que tienen que reforzar la economía real y además porque todo lo del plan Marshall y de otras medidas de desarrollo desaparecieron tan de repente como también aparecieron acompañando el tratado del 21 de julio.

Pero no habrá ningún desarrollo verdadero si el país no se libera del corsé neoliberalista de la austera desciplina fiscal. Si la táctica económica no cambia, van a cerrar más empresas, más subsidios de paro pesarán sobre el presupuesto público, en el momento que las pequeñas empresas reducirán sus ingresos y las cajas de ahorro van a encontrarse en una posición difícil.

Venizelos [vicepresidente del gobierno] declaró hace pocos días que no habría otras medidas de austeridad para el período 2011-2012 “si se aplica todo lo que hemos votado”. El PASOK y las mismas personas que llevaron el país a la quiebra no lo pueden salvar de la crisisNo hace falta acordarse de las afirmaciones gubernamentales anteriores para apostar a que se necesitarán más medidas si no mejora la economía, si no se dan préstamos a las empresas, si no hay nuevas contrataciones y si no se toman urgentemente medidas de desarrollo.

Las dominantes fuerzas europeas no piensan en cambiar una política que provoca recesión por todos lados, que crea pobres e indignados, y tampoco el gobierno griego parece moverse hacia esta dirección del cambio. Se presenta aliviado porque la quiebra del país, porque eso se anunció oficialmente en Bruselas, se hizo de forma coordinada, con el sello de Merkel y se denominó “corte” para evitar la rabia de los mercados.

El PASOK [el partido en gobierno] y todo el sistema político las mismas personas que llevaron el país a la quiebra no pueden salvar el país de la crisis. Desde este punto de vista el tratado de Bruselas, desafortunadamente, no constituye la solución. Sólo hemos ganado tiempo.