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Cuentos Populares Bereberes Cuentos Populares Bereberes Defensa Siciliana El caos que viene

Savio
Irene Savio
[Zagreb · Dic 2011]
GRECIa  entrevista Stjepan Mesic | político «Si todos entran en la UE, ya no habrá más guerras en los Balcanes»

Stjepan MesicÚltimo presidente de Yugoslavia antes de que desmoronara el país, y presidente de Croacia a continuación, Stjepan Mesic ha acompañado los destinos de la pequeña nación balcánica desde muchas posiciones.

"Croacia entrará en la Unión Europea en 2013. Pero, pese a la crisis, nuestros países vecinos también deben entrar en la Unión porque eso será un factor de paz en la región". Así opina Stjepan Mesic, el último presidente de la extinta Yugoslavia y el segundo presidente de Croacia, de 2000 a 2010.

Pese a la crisis económica que padece, la Unión Europea no debe fallar en la integración de los países ex yugoslavos como Croacia, país que ya firmó el Tratado de Adhesión y cuya entrada al bloque está prevista para 2013, aseguró Mesic en la entrevista.

"Esto es clave para la estabilidad de la región. Una vez que todos los países balcánicos estén dentro de una entidad cuyas fronteras son abiertas, la guerra ya no será una opción en los Balcanes", añadió el político, a punto de cumplir los 78 años. "Muchas guerras explotaron porque hay países que quieren expandir sus fronteras y atacan alegando que quieren proteger a sus minorías. Esto no ocurrirá si los países de la exYugoslavia formarán parte de un única entidad", detalló.

Sin embargo, opinó, la entrada al bloque europeo de los otros países balcánicos nacidos de la disolución de Yugoslavia, hace 20 años, no se producirá en breve. "Aunque la entrada de Croacia abre las puertas a la entrada de otros países de la zona, este objetivo no se logrará próximamente", sostuvo. «Si Serbia abandonara sus objetivos imperialistas, el proceso de adhesión a la UE iría mucho más rápido»

Mesic indicó que en el caso de Serbia, país que luchó contra Croacia durante las guerras balcánicas de 1991-1995, lo que impide el acceso a la UE a corto plazo es la disputa con Kosovo. Belgrado no reconoce la independencia de este territorio, proclamada en 2008 y aceptada por la mayoría de los países europeos, y en los últimos meses se han producido choques entre la minoría serbia y soldados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

"Si Serbia abandonara sus objetivos imperialistas, el proceso de adhesión a la Unión Europea iría mucho más rápido", afirmó Mesic. Aunque también hay una compleja situación en Bosnia, donde la República Srpska, la entidad que agrupa a los serbobosnios, siguen reforzando la autonomía de su territorio, alrededor de la ciudad de Banja Luka, se distancian de los organismos estatales en Sarajevo, teóricamente capital de todo el Estado de Bosnia-Hercegovina, y buscan un acercamiento político y económico a Belgrado.

La situación perdura porque Belgrado no ha enviado un mensaje claro a los serbios de Bosnia para pedirles que acepten que la ciudad de Sarajevo sea la capital de ese país, opina Mesic. Stjepan Mesic"El problema es que en Belgrado no hay nadie con la fuerza política para hacer eso", manifestó. "Y los serbios de Bosnia no quieren que se actualicen los acuerdos de Dayton" con los que la comunidad internacional, bajo el liderazgo de Estados Unidos, puso fin a la guerra entre Sarajevo y Belgrado. "Pero, en verdad, existen muchas soluciones para Bosnia, como crear cantones unidos por un Estado central", aventura el ex presidente de Yugoslavia.

En la opinión de Stjepan Mesic, las zonas más volátiles de la región son hoy Serbia, Kosovo, Bosnia y Macedonia, país que mantiene una disputa con Grecia por su nombre y donde existe un conflicto entre la minoría albanesa y los ciudadanos de origen eslavo. Atenas sigue bloqueando la entrada de Macedonia en la OTAN, sosteniendo que su nombre se refiere a un territorio histórico griego, mientras que entre los albaneses del noroeste, fronterizo con Kosovo, hay corrientes que buscan constituir una "Gran Albania".

Con respecto a la entrada de Croacia a la Unión Europea, Mesic admitió que su país tuvo que pagar un precio alto por este proceso. El exmandatario indicó que Zagreb tuvo que dejar en el olvido la disputa con Eslovenia e Italia por la pesca en el mar Adriático, y suspender la financiación que hacía llegar a los croatas que viven en Bosnia.

"Mi predecesor, Franjo Tudjman, creía que la comunidad internacional abogaba por la disolución de Bosnia y, por eso apoyó a los croatas en ese país", argumentó. "Pero cuando gané las elecciones presidenciales en 2000, prometí que cambiaría la política hacia Bosnia. Y hoy, en Croacia, también a raíz de la presión de la Unión Europea, ya no existen facciones significativas que quieren expandir nuestras fronteras en detrimento de Bosnia", explicó.

Mesic indicó que el proceso de integración de Croacia en la UE empezó en el año 2000, cuando la policía y las fuerzas armadas fueron despolitizadas y Croacia adoptó leyes reguladoras.

Sobre 20 aniversario el año pasado del inicio de la disolución de la difunta Yugoslavia, que empezó a fragmentarse tras la salida de Eslovenia de esa comunidad en 1991, opinó que era algo inevitable tras la muerte en 1980 del mariscal Josip Broz, más conocido como Tito.

«Milosevic no quería una confederación; sólo quiso crear una Gran Serbia sobre las ruinas de Yugoslavia»

"Yugoslavia se sostenía en Tito. Con su salida de escena, el Ejército buscó otro padrino. Existía la posibilidad de encontrar un acuerdo político pero el país de mayor extensión territorial de la región, Serbia, y su líder Slobodan Milosevic, se opusieron", dijo Mesic sobre su antiguo rival, al que en 2002 acusó ante el Tribunal de La Haya de fomentar el odio y la limpieza étnica durante la guerra de los Balcanes."Milosevic no quería ni una federación ni una confederación.  A él le interesaba únicamente la creación de una Gran Serbia sobre las ruinas de Yugoslavia. Yo había propuesto la creación de una confederación que durase cinco años, con el fin de integrarnos luego en Europa", agregó.

Por ello, dijo que no le sorprende que en Croacia aún existan personas que añoran la vieja Yugoslavia ya que, afirmó, "la educación y la sanidad pública era gratuitas y encontrar trabajo no era difícil", precisó. "Pero hoy ese sistema sería insostenible. No podríamos competir con los demás países de Occidente", advirtió.

En relación a la frágil economía de Croacia, Mesic arguyó que durante la era Tudjman la industria nacional se debilitó porque las fábricas terminaron en manos de personas incompetentes y criminales, lo que explica los recientes casos de corrupción. "Ya ha habido muchos escándalos y explotarán muchos más en los próximos meses", dijo el político, en alusión al caso que salpicó al ex primer ministro Ivo Sanader, quien está en prisión a la espera de ser juzgado por corrupción y especulación sobre la guerra.

El último capitán del barco yugoslavo

Stjepan Mesic (Orahovica, Croacia, 1934) estudió en Zagreb y en 1967 llegó a alcalde de su pueblo natal. Participó en los setenta en el movimiento de la 'Primavera croata' que pedía más autonomía, tanto económica como lingüística, para Croacia, y a consecuencia de su activismo pasó un año en la cárcel.

En 1990, Mesic formaba parte de la Unión Demócrata Croata (HDZ), un partido nacionalista fundado el año anterior por Franjo Tudjman. Llegó a secretario general del partido y fue elegido primer ministro de Croacia bajo la presidencia de Tudjman, pero dimitó para asumir el cargo de vicepresidente de Yugoslavia, y finalmente presidente por rotación. Meses más tarde, Croacia se declaró independiente, Yugoslavia se desmoronó y Mesic se implicó a fondo en la independencia del nuevo Estado.

En 1994, Mesic abandonó la HDZ, denunciando la política nacionalista de Tudjman y su apoyo a los croatas de Bosnia contra las autoridades de Sarajevo. Formó un nuevo partido, hoy llamado Partido Popular Croata (HNS), de tendencia liberal y tercera fuerza en el Parlamento.

Tras la muerte de Tudjman, Mesic ganó las elecciones presidenciales de 2000 y renovó el cargo en 2005. En 2009, poco antes de su retirada, causó polémica al declarar que se deberían retirar los crucifijos de las oficinas gubernamentales y abogó por un Estado laico. En respuesta, la poderosa Iglesia Católica de Croacia, estrechamente asociada a la formación de la identidad nacional, lo tildó de 'traidor'.

En todo caso, dijo, la población tendrá que soportar importantes recortes para disminuir el gasto público y relanzar la economía de Crocia, cuyo PIB creció apenas el 0,6 por ciento en 2011, tras haber caído un 1,2 por ciento en 2010 y un 6 por ciento en 2009. Según él, la economía del país es frágil porque está basada prevalentemente en el turismo y los servicios y posee poca industria.

Sobre los hitos nacionalistas de algunas facciones croatas que en abril pasado protestaron en las calles de Zagreb por la condena del ex general Ante Gotovina a 24 años de prisión, emitida por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, Mesic explicó que se trata de un fenómeno de poca repercusión, en parte porque los croatas lo consideran un personaje relevante de su independencia.

Además, rechazó que hubiese un "uso desproporcionado de la fuerza" durante la Operación Tormenta, liderada por Gotovina, durante la cual murieron 150 civiles serbios mientras que entre 150.000 y 200.000 personas fueron deportadas y con la cual el ejército croata expulsó a las fuerzas serbias de la región de Krajina en 1995.

"Muchos croatas además aún se preguntan cuando se celebrará un juicio para perseguir a los culpables de la matanza de Vukovar, la Estalingrado croata", afirmó. "Es el sistema judicial croata el que se debe culpar por no haber perseguido a quienes cometieron crímenes. Aunque no hay que olvidar quién fue el agresor y quién fue agredido", concluyó Stjepan Mesic.