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Rachidi
Imane Rachidi
[Madrid · Nov 2012]
EspaÑa   entrevista Haitham Manna | opositor sirio «Llamar a la OTAN no es una solución para el conflicto sirio»

Haitham Manna El escritor y activista sirio se opone a una intervención militar en Siria y defiende una vía negociada, distanciándose de la oposición reconocida por los gobiernos europeos.

El escritor y pensador sirio Haytham Manna ha tenido un papel muy activo como miembro de la izquierda siria. Pero siempre ha mantenido una posición anti-imperialista y de no intervención en los movimientos democráticos árabes.

Haytham Mana nació en 1951, en el seno de una familia conocida por su activismo política en Om Al Mayazen, en el sur de Siria. Es hijo de un abogado que estuvo encarcelado entre 1960 y 1970 por su activa oposición al gobierno de Hafez Asad, el padre del actual presidente. Haytham estudió medicina en la Universidad de Damasco, pero la represión de las fuerzas de seguridad sirias le obligó a trasladarse a Francia para continuar con su educación en la Universidad Pierre y Marie Curie de Paris.

En este último destino, donde reside actualmente, también estudió Antropología, especializándose en trastornos psicosomáticos, de sueño y terapias naturales.

Manna es el portavoz en el extranjero del Consejo Nacional de Coordinación para el Cambio Democrático en Siria (CNCCD), la segunda organización opositora al régimen de Bashar Asad, después del Consejo Nacional Sirio (CNS). Representa una plataforma más moderada, que apuesta por una solución pacífica al conflicto sirio.

En su programa se incluyen importantes negociaciones con Rusia y China, dos países que han vetado todas las resoluciones que ha intentado sacar adelante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra el Gobierno de Damasco. La recién nacida Coalición Nacional Siria, de la que el CNS forma parte, está totalmente en contra de cualquier tipo de negociación con Damasco, Moscú y Pekin.

Ya van 20 meses de conflicto armado en Siria y no parece que la solución esté cerca. ¿Aceptarían ustedes una intervención militar de la OTAN?
Hubo un tiempo, al principio, en el que sí se llamaba al diablo; sí se pedía una intervención de la OTAN. Pensaban: "Convertimos esto en una guerra y acabamos con el régimen. No será mucho gasto, y si vienen los americanos pues será más fácil". Pero esa idea ya no es fuerte en Siria. Y tampoco es la solución al problema. «Muchos países vecinos envian armas a los rebeldes. Eso sólo produce más derramamiento de sangre»

¿Qué solución propone entonces?
Los esfuerzos deben estar dirigidos a frenar la violencia. Hay que seguir presionando a Bashar Asad porque creo que la solución debe partir del interior, o difícilmente podrá funcionar. Lo que están haciendo muchos países vecinos y occidentales es enviar armas a los rebeldes. Eso sólo consigue que haya más derramamiento de sangre. Eso es inútil. Y de hecho, eso ya es una intervención extranjera.

¿La oposición armada no consigue nada?
El problema de esta situación es que con el tiempo se ha dejado de lado la solución política, los verdaderos objetivos de estas revueltas y sólo se hablaba de una intervención militar que no va a llegar nunca. En Siria no tenemos esa materia prima que tanto le interesa a Occidente como para invertir en nuestro país mediante una intervención militar. Un sirio no vale lo mismo que un iraquí (con Sadam Husein) o un libio (con Muammar Gadafi); además, ellos todavía lo están pagando.

Pero ¿todavía podemos hablar de salidas pacíficas? ¿Qué soluciones propone?
Todavía hay muchas vías diplomáticas que no se han utilizado. Desde fuera se puede hacer mucho pero sin intervenir militarmente. Dentro deben continuar las manifestaciones contra el régimen en vez de seguir provocando más muertes. Desde el exterior deben continuar las sanciones para aislar al régimen; esto es un paso vital. Nos gustaría que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas llegue a un acuerdo unánime, al que Asad no pueda decir que no, y que piense en una transición democrática en la que la oposición siria tenga un papel relevante.

En cuanto al Ejército Libre Sirio (ELS) ¿qué papel ha adquirido en esta revolución?
Hay varios Ejércitos Libres Sirios, y desgraciadamente no hay coordinación entre ellos. Haitham MannaAlgunos nos apoyan como alternativa política, y otros nos consideran sus enemigos porque están centrados en la guerra. Y tristemente, entre ellos hay más interés en la parte militar que la política. El ejército rebelde se ha apropiado de la voz de la revolución para seguir el ejemplo libio. En cambio, el movimiento sirio es pacífico, empezó en marzo de 2011 con el objetivo de acabar con la corrupción del poder sirio. Pero el ELS busca vengarse del régimen por toda la sangre derramada, dejando por el camino a muchos mártires y olvidando nuestra verdadera lucha.

¿Cuál es el papel de Rusia y Turquía en este conflicto?
Turquía desgraciadamente ha intentado adquirir un papel de mediador entre régimen y rebeldes para buscar un acuerdo entre ambos. Ha querido mantener una posición neutral hacia el conflicto porque no le conviene tener de enemigo a un vecino.Por eso es difícil que forme parte de la solución. En cuanto a Rusia, hay que buscar el diálogo. Es un país que ha cambiado mucho su posición inicial hacia el régimen, ahora incluso aboga por una dimisión pacífica de Bashar Asad.

¿Son determinantes Irán o Hizbulá para esa futura solución pacífica?
Hizbolá no tienen ninguna influencia en Siria. No puede liderar una batalla sin el consentimiento de Iran y su potencial está en Líbano como partido político. Calculan cada paso y cada palabra que dan en relación al conflicto porque saben lo que pueden perder o ganar con cualquier decisión que tomen. Creo que no tiene una presencia real en la guerra siria, es más bien propaganda.

¿Hay posibilidad de que alguno de los bandos del conflicto se rinda?
Cada una de las partes cree que la victoria del otro supondría su propia extinción. Es decir, el Ejercito Libre teme que lo eliminen en caso de perder la guerra. Y los miembros del régimen tienen miedo de que la oposición les mate si se va Bashar Asad. Esto se ha convertido en cuestión de supervivencia y de defensa propia.

¿Cómo convencerlos de que puedan sobrevivir sin aplastar al otro?
Nuestro destino es que solucionemos nuestro conflicto por nuestros propios medios. Pedimos que se ponga fin a esa intervención extranjera, de alguna manera indirecta, de algunos países. Deben dejar de enviarle armas al ELS, al igual que pedimos a Rusia que ponga fin a la ayuda militar que le proporciona a Bashar Asad. Él está acabado y lo sabe. Si le abandonan desde fuera, el conflicto llegará a su fin.

 

Condena a la coalición

Cartel Haitham MannaHaitham Manna no respalda la Coalición Nacional Siria de las Fuerzas Revolucionarias y de la Oposición, formada el 11 de noviembre pasado en Doha, la capital de Qatar, y conocida ahora como Coalición Nacional. Aunque la iniciativa se debió al empujón de Estados Unidos, que poco antes declaró “acabado” el Consejo Nacional Sirio (CNS) y exigió una nueva entidad más representativa, en el fondo no hace más que perpetuar las estrategias y posiciones de su “hermano mayor”, le reprocha Manna. Tilda la fundación de la Coalición de un “parto con cesárea” en un artículo difundido el 14 de noviembre en su web y titulado “Doha & Cía.”, en referencia a lo que llama el “eje Golfo-Turquía-Occidente”.

En el artículo, Haitham Manna denuncia que la nueva Coalición continúa con el enfoque únicamente militarista. Asegura que su presidente, el teólogo Ahmed Maadh Khatib, aunque no lo mencionara en su discurso inaugural, ha expresado la esperanza de que la la Coalición sea reconocida como gobierno sirio, en lugar del régimen de Asad, “porque entonces recibirá armamento y se resolverá el problema”. Antes de la reunión de Doha, Khatib defendía la negociación como obligación moral y legal pero “tras descubrir la generosidad qatarí descubrió que se había equivocado en su fetua”, añade, mordaz, el activista.

Manna critica también que el mismo Khatib hay declarado su oposición al 'Documento de El Cairo', un acuerdo elaborado en julio en la capital egipcia por numerosos corrientes de la oposición, que compromete a sus firmantes a trabajar por un estado sin discriminaciones étnicas, religiosas o de condición sexual, y subraya expresamente la igualdad entre mujeres y hombres. La única referencia al islam es el punto que afirma “los lazos del pueblo sirio con todos los demás pueblos musulmanes con raíces históricas compartidas y valores humanos comunes basados en las religiones divinas”. Demasiado laico para Khatib, cree Manna: en su carta, el teólogo habría aclarado su negativa a firmar “cualquier documento que se distancie del firme dogma de la 'umma'”, la comunidad única delos musulmanes.

El Consejo de Coordinación que representa Manna utiliza la bandera siria oficial, no la habitual entre la oposición siria, que ha reemplazado la franja roja con una verde, en lo que muchos entienden como una alusión al islam.
Ilya U. Topper