Compártelo
Compartir en FacebookCompartir en MeneameCompartir en Twitter

Publicidad

Ediciones Oriente Mediterraneo

El caos que viene Cuentos Populares Bereberes Defensa Siciliana

Liman
Adrián Mac Liman
[Mayo 2011]
Palestina columna 

La Pax Obama

La ejecución de Osama Bin Laden, operativo llevado a cabo con ‘magistral destreza y precisión'  por comandos especiales estadounidenses, logró relegar en un segundo, véase tercer plano, uno de los acontecimientos más importantes registrados en la región de Oriente Medio durante las últimas semanas: la reconciliación de las principales facciones palestinas —Al Fatah y Hamas— enfrentadas desde 2007, fecha en la cual el movimiento islámico se hizo con el poder en la Franja de Gaza, territorio caótico, difícilmente controlable por ‘apparatchiks’ del laico Al Fatah.

En aquel entonces, los gobernantes de Tel Aviv no dudaron en echar las campanas al vuelo: “¿Cómo se puede dialogar con un Gobierno —la ANP de Ramalá— que apenas controla un 50 por ciento del territorio palestino?” Los ganadores de las elecciones celebradas en Israel en 2009 hicieron suya la negativa de hablar con la plana mayor de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).El primer ministro israelí no dudo en tildar al líder de la ANP de… "traidor" de los ideales de su pueblo

El moderado Mahmud Abbas, que había heredado las funciones del satanizado Yasser Arafat, se convertía a su vez en un personaje irrelevante, calificativo empleado por los políticos hebreos a la hora de buscar coartadas para rechazar el diálogo con la ANP.

Tampoco hay que extrañarse, pues, si a la hora de la verdad la reconciliación de las facciones palestinas fue calificada de “error fatal” por parte de la clase política hebrea. El primer ministro israelí no dudo en tildar al líder de la ANP de… "traidor" de los ideales de su pueblo, por haber preferido sellar las paces con los “terroristas de Hamas” en lugar de aceptar la negociación (¡que brilla por su ausencia!) con Israel. En resumidas cuentas: todos los pretextos son buenos para eludir el diálogo.

Huelga decir que Netanyahu, conocedor la de estrategia de Mahmúd Abbas, es incapaz de disimular su inquietud ante la maniobra de la OLP, que pretende solicitar a la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se celebrará en septiembre próximo, el reconocimiento de un Estado palestino. Mas para ello, los palestinos tienen que ofrecer una imagen de unidad, una postura coherente.

De ahí el deseo del presidente de la ANP de archivar la pugna con el movimiento islámico, de crear un Gobierno de unidad nacional integrado por tecnócratas no pertenecientes a las facciones rivales, de anunciar la celebración de elecciones generales en un plazo de un año. La nueva realidad palestina facilitaría la aprobación de una resolución de Naciones Unidas sobre el Estado palestino

De ahí también el temor de los políticos hebreos ante la nueva realidad palestina, que facilitaría la aprobación de una resolución de las Naciones Unidas sobre el Estado palestino, apoyada por un centenar de países, liderados por potencias emergentes de Asia y América Latina. Una resolución que, la verdad sea dicha, tampoco cambiaría la situación de facto en Cisjordania y Gaza, pero sí acentuaría el aislamiento político y diplomático del Estado judío.

Conviene recordar que los gobernantes israelíes han sido incapaces de comprender y/o apreciar el su justo valor el impacto de los acontecimientos que tuvieron lugar últimamente en la zona y que exigen un cambio radical de táctica por parte de Tel Aviv. El inmovilismo ante la solución del conflicto israelo-palestino, podría llevar el agua al molino de los radicales islámicos: los Hermanos Musulmanes en Egipto, Jordania y Siria, Hezbolá en Líbano, etc.

Sin embargo, el primer ministro Netanyahu prefiere hacer caso omiso de las consecuencias de la llamada “primavera árabe”, reservándose el derecho de presentar una nueva iniciativa diplomática ante…el Congreso de los Estados Unidos, partiendo obviamente del supuesto de que… “quién paga, manda”. El primer ministro Netanyahu prefiere hacer caso omiso de las consecuencias de la llamada “primavera árabe”

El inmovilismo de Netanyahu preocupa al actual inquilino de la Casa Blanca. Barack Obama sabe positivamente que Norteamérica no puede ni debe renunciar a su papel hegemónico en la región. Y ello, por la sencilla razón de que la aceptación de una iniciativa palestina o israelí acabaría erosionando en ya de por sí frágil prestigio de Washington en el mundo musulmán. El presidente de los Estados Unidos desvelará el próximo día 24, su propio plan de paz, tratando de adelantarse a las propuestas de Abbas y Netanyahu.

Queda por ver si la ‘pax Obama’ no correrá la misma suerte que las decenas de iniciativas presentadas en los últimos 50 años por tantos, tantísimos ‘hombres de buena voluntad’. Perdón, estadistas de altos vuelos…

El parto de los montes

Algunos —quizás los más ingenuos— depositaron grandes esperanzas en la cacareada “iniciativa de paz” para Oriente Medio del presidente Barack Obama. Un proyecto que se estaba gestando hacía tiempo, lejos de las miradas indiscretas de los politólogos y los analistas de política exterior, de las aulas de los centros docentes.

Sí, es cierto; hace dos años,  el inquilino de la Casa Blanca escogió el aula magna de la universidad de El Cairo para lanzar su primer mensaje de reconciliación dirigido a la opinión pública del mundo árabe musulmán. Un mensaje de paz y de concordia, una invitación al diálogo, a la comprensión mutua. “Obama es un idealista”, afirmaron los dirigentes del Likud, “un elemento peligroso para la estabilidad de la zona”Un llamamiento, eso sí, acogido con sumo pesimismo por la clase política israelí, con las habituales e inevitables diatribas catastrofistas del ala más conservadora de la derecha judía, atrincherada en el rechazo de cualquier medida susceptible de acabar con el conflicto entre árabes y hebreos, palestinos e israelíes.

En aquél entonces, la reacción de Tel Aviv se tradujo por un “no” rotundo a la política de la mano tendida. “Obama es un idealista”, afirmaron los dirigentes del Likud, “un elemento peligroso para la estabilidad de la zona” . Aparentemente, la postura del ‘establishment’ político israelí no ha cambiado.

Un análisis del discurso pronunciado esta semana por el presidente norteamericano pone, sin embargo, de manifiesto la escasa sutileza del inquilino de la Casa Blanca. Obama rindió homenaje a las revoluciones “amables” de Túnez y Egipto, merecedoras de la simpatía y/o el apoyo económico por parte del Imperio y de sus aliados occidentales.

Los “tiranos” con patente de malos —Gaddafi, Assad, Saleh, etc.— se llevaron la regañina: “Dirigid la transición hacia la democracia o marcharos”, insinuó el dignatario estadounidense. Dinero para los “buenos”, armas y bombas contra los “malos”. Así podría resumirse la advertencia del número uno mundial a la hora de repartir las notas de buena conducta a los líderes árabes. Dinero para los “buenos”, armas y bombas contra los “malos”, así puede resumirse la advertencia

Obama se congratuló por la desaparición de Osama Bin Laden, el “asesino cuyo movimiento —Al Qaeda— estaba perdiendo relevancia”. Sin embargo, la estructura de la Red radical islamista aún sirve su cometido: generar odio y preocupación en Occidente.

Mas Obama sorprendió a la audiencia al abordar la espinosa cuestión palestina y defender la vuelta a los fronteras de 1967, alternativa que los conservadores hebreos se niegan a contemplar. Unas horas antes de su visita a los Estados Unidos, el primer ministro Netanyahu rechazó las propuestas de Obama.

El líder del Likud tiene su propio plan, que preconiza la fragmentación del territorio palestino, así como la introducción de un sistema de semiautonomía para los pobladores de Cisjordania. ¿Y Gaza? Curiosamente, la cuestión es: ¿cómo borrar del mapa político de la zona la conflictiva Franja?

Volvimos a escuchar las palabras de siempre: “oportunidad histórica”, “camino hacia la paz”, “primavera árabe”… Son los típicos clichés que acompañan cualquier discurso sobre la necesidad de “pacificar” esa malhadada región; cualquier parto de los montes….