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Rachidi
Iman Rachidi
[Madrid · Mar 2012]
LIBIA  reportaje 

La Libia de Mahmud Yibril


Mahmud Yibril

El ex primer ministro del Consejo Nacional de Transición libio, Mahmud Yibril, ha esbozado en Madrid su visión del país, empujado por una juventud bien conectada y sin miedo, pero también sin líderes.

A dos meses de enfrentarse a sus primeras elecciones democráticas de la historia, Libia no esta preparada para llevar a las urnas a sus ciudadanos. Eso asegura Mahmud Yibril (Bengasi, 1952), ex primer ministro libio, de marzo a octubre pasados dirigente civil de la rebelión que acabó con el dictador Muammar Gadafi.

Mahmud Yibril ofreció su visión del país norteafricano durante una charla en la Casa Árabe en Madrid, el 28 de marzo pasado. Pintaba como muy difícil ese cambio a la democracia en un país donde nadie entiende de política.

“Los países árabes no están acostumbrados a vivir en democracias, no están acostumbrados al diálogo, a tolerar el desacuerdo. No tienen criterios para evaluar diferentes puntos de vista. Las cosas se tienen que desarrollar siempre en un mismo marco” lamenta Yibril.

En Libia no sólo ha caído el régimen de Muammar Gadafi sino que también se vino abajo la propia estructura de Estado. Y es que todo estaba en manos de una sola persona. “El ex coronel desmanteló el ejército y estableció brigadas de seguridad, intentó desmantelar el núcleo social de la sociedad y enfrentarla entre sí”, analiza este politólogo, formado en El Cairo y Pittsburgh (Estados Unidos), que dirigió de 2007 a 2011 la Junta Nacional del Desarrollo Económico, una instancia del régimen de Gadafi, antes de pasarse al bando rebelde.

Por ello, la mayor preocupación de los libios en estos momentos es la inseguridad con la que conviven a diario “no tenemos una policía fuerte, después de la revolución no volvieron a sus comisarías. Y habiendo grupos armados en la calle, no se atreven a volver”, asegura Yibril. Antes del fin de la dictadura gadafista, el país ya estaba muy deteriorado, cree. Ni siquiera había una constitución sólida en el Estado por eso, Yibril no duda en afirmar que “si tenemos éxito en Libia será a pesar de las circunstancias, y no gracias a las circunstancias”. Libio amazigh rebeldeEl próximo junio, el Consejo Nacional de Transición libio (CNT), debería empezar a elaborar la constitución y fijar una fecha para las elecciones presidenciales.

Tras la revolución francesa hubo que esperar 18 años para estabilizar un Estado en el país galo. En España, después de la muerte de Franco, la transición democrática ha sido larga y difícil “hay que mirar la historia para entender las cosas en su verdadera perspectiva” señala Yibril. El ex primer ministro del CNT considera que a partir del 1987, la historia de la humanidad sufrió un giro con la globalización. Después de la caída del Muro de Berlin y de la URSS, se mantuvo un único modelo en el mundo, que fue difícil de aplicar en los países tercermundistas.

Pero ahora, cree Mahmud Yibril, las cosas son muy diferentes porque los jóvenes están haciendo las cosas de forma diferente. “Si tomamos como ejemplo los jóvenes de entre 15 y 30 años, se sorprenderían al ver que todos tienen el mismo corte de pelo, escuchan la misma música, piensan igual... Eso se llama conectividad”, destaca Yibril. Se está fraguando una nueva cultura en la que ellos serían los protagonistas de esa revolución, esboza.

Por eso, Yibril recomienda que hay que observar con mucho cuidado a las culturas árabes que están viviendo los cambios de la Primavera Árabe porque considera que los jóvenes de la nueva cultura, “a diferencia de nuestra generación, no tienen miedo". "A nosotros nos han criado a través del miedo en nuestra cultura: en el seno de la familia patriarcal, en las escuelas donde los profesores eran la autoridad o en las mezquitas donde el imam tenía siempre la última palabra. Crecimos como robots para obedecer a un dictador. Y la dictadura es el resultado de esa educación”, lamenta Yibril.

Jóvenes conectados

“Los jóvenes de la nueva cultura”, como le gusta a Yibril llamar a la nueva generación libia que lideró la revolución no se ha expuesto a las influencias de la sociedad y la educación dictatorial. “Pasan la mayor parte de su tiempo delante de un ordenador, conectados con el mundo a través de Facebook o Twitter. Ellos han nacido bajo la influencia de la globalización”.

Los partidos políticos siempre han necesitado un lugar físico, una sucursal para reunirse. En cambio, “los jóvenes de la nueva cultura” han creado sus partidos virtuales que no conocen de espacios ni de tiempos, “se reúnen desde sus propios dormitorios y a cualquier hora del día, aunque estén en zonas horarias diferentes” celebra el politólogo. Mahmud Yibril

Esto es una ventaja ante las dictaduras que evitaban la formación de una oposición mediante una persecución física de las personas. “Antes tenían que buscarlos, rastrearlos, ir hasta su casa para detenerlos y encarcelarlos, pero ahora no dejan pistas”, dice Yibril. No obstante, le ve un gran inconveniente a estos partidos virtuales, y es que carecen de liderazgo y organización, algo que impide que hablen con una misma voz.

Los miembros del CNT de Libia son de la generación antigua y por eso Yibril les recomienda que dejen el poder en manos de los jóvenes, que son los que tienen la legitimidad. Pero también pide a los miembros de los partidos virtuales que se organicen porque sin un líder no pueden concurrir a unas elecciones democráticas y presentarse a presidir un país. “Hablan de una vida digna o de libertad, pero si les preguntas cómo lo van a conseguir no tienen respuesta; tienen sueños y eslóganes genéricos, pero no un programa con el que presentarse a unas elecciones y que otros puedan votar” advierte Yibril.

La principal tarea de los viejas generaciones es abrazar a los jóvenes como socios y ayudarlos en su liderazgo. “Pero no debemos liderar en lugar de ellos. Hay que tener claro que los jóvenes son el 67% del pueblo árabe, son la mayoría y son el futuro”, asegura el ex primer ministro, que había prometido que iba a dejar el puesto de poder en cuanto Libia estuviera liberada de Gadafi, y que cumplió su promesa, al dimitir el 23 de octubre de 2011, tres días después del asesinato de Gadafi y la caída de la última ciudad en manos de los partidarios de éste.

En cuanto a Occidente, Yibril envía un claro mensaje: “La revolución no ha terminado”. En Libia hay más de 85.000 millones de dólares en valor de contratos que se firmaron antes del levantamiento popular, pero han quedado paralizados y no se solicitan. “Las empresas extranjeras no quieren volver por razones de seguridad y esto puede suponer un lastre para las economías europeas”, dice el político, que coordinó los pasos de liberalización de la economía libia poco antes de la caída de Gadafi.

Los tres retos

Libia tiene ahora mismo tres retos para estabilizarse. En primer lugar, señala el ex primer ministro del CNT, hay que crear un Ejército nacional para poder hablar de soberanía nacional y para poner fin al contrabando de armas, luego un cuerpo de Policía que ponga fin a la violencia y por último hay que convocar elecciones para implantar un Estado de Derecho.

En su reunión en Bruselas, recibió criticas acusado de decir que Europa había abandonado Libia. No obstante, desmiento esas afirmaciones y matiza que lo que está ocurriendo es que no convergen las prioridades entre Europa y Libia, hay un desequilibrio entre la ayuda que se da al país y las prioridades que se definen hoy en Libia.Guerrillero libio herido “dan ayudas para fortalecer a las mujeres, eso está muy bien y es muy útil, pero eso no es la prioridad inmediata. Ahora mismo la gente se siente insegura en las calles y hay que luchar contra eso. Tenemos que escribir palabras convergentes en la misma página” matiza Yibril.

Hay que saber gestionar la incertidumbre que vive el país en estos momentos, para poder manejar la relación entre Europa y el mundo árabe “hay que prepararse para enfrentar un nuevo futuro árabe” dice Yibril.

Mahmoud Yibril renunció a su cargo como primer ministro del CNT libio el 23 de octubre del pasado año, después de declararse oficialmente la liberación del país y tras la muerte de Gadafi. Ahora preside la Alianza Nacional Libia, la mayor coalición política del país norteafricano, que agrupa a más de 61 partidos y 285 organizaciones de la sociedad civil libia. Yibril lamenta la continuidad del CNT en Libia “prometieron dejar el poder cuando tuviera lugar la liberación del país pero no lo hicieron y es un error que el pueblo haya aceptado eso”.

Yibril defiende la presencia de los jóvenes y las mujeres en el poder “algo bonito que tenemos en el partido es la vicepresidente de nuestra colación, es una ama de casa” asegura Yibril. Habla de igualdades en el Gobierno pero no de la preparación del poder. De larga trayectoria política, Yibril considera que la actuación del Rey Mohamed VI fue muy inteligente “en Marruecos no hay revolución porque tienen un Rey que acepta las exigencias del pueblo” celebra Yibril.

A ojos de los expertos, la situación de Libia no ha cambiado mucho desde la muerte de Gadafi. El Consejo Nacional de Transición ha ido ganándose la desconfianza del pueblo poco a poco y apareció la legitimidad de los que empuñan las armas. La educación que se implantó en este país no se basó en la cultura del diálogo y la tolerancia de otras perspectivas. Lo que le queda a Libia por delante, es un duro proceso en el que el principal reto será no volver a caer en una dictadura.