Compártelo
Compartir en FacebookCompartir en MeneameCompartir en Twitter

Publicidad
Ediciones Oriente MediterraneoCuentos Populares Bereberes Defensa Siciliana El caos que viene

Arangüena
Blanca Arangüena
[Madrid · Sep 2012]
EspaÑA  reportaje 

¿Leña y punto?


Marcha Rodea el CongresoLa marcha 'Rodea el Congreso' del 25 Septiembre en Madrid, afirma que el Parlamento se deslegitima al poner las deudas de los bancos por encima de las necesidades ciudadanas. Acaba con cargas policiales provocadas por manifestantes encapuchados.

Unos 25.000 manifestantes, según los medios extranjeros como BBC. Unos 6.000 según la delegación del gobierno madrileño. Como en toda manifestación, los número bailan; sin embargo, lo que estaba claro fue el número de policías encargados de custodiar la marcha que el martes por la tarde rodeó el Congreso de los Diputados de Madrid —o más bien el perímetro policial—.

Hasta 1.300 antidisturbios, según datos oficiales, procedentes de varios puntos de España, impidieron que las reivindicaciones de decenas de miles de ciudadanos españoles llegaran a oídos se sus señorías. Estas eran muchas y de variada índole, pero podrían resumir en una uno de los gritos que más se corearon “Estafa”.

Este es el sentimiento que ha desencadenado la nueva protesta de los “indignados” españoles. Tras 5 años de recesión, una tasa de paro que llega al 23 % - más de 5 millones de parados-, constantes subidas de impuestos y bajadas en las prestaciones sociales y congelamiento de los sueldos, las calles de la capital de España vuelven a rugir. La gota que colmó el vaso, explican los organizadores de la marcha, fueron las “ingentes inyecciones de capital que ha vivido la banca en junio, mientras el salario medio de los españoles apenas llega a los 1000 euros mensuales”. Por eso esta vez, al grito de “No nos representan”, coreado por los indignados del 15 M, hace un año, se une otra máxima: “El gobierno usa la crisis económica para secuestrar la democracia”.

En el origen de la protesta hay tres mujeres. Las tres madres que, cansadas de vivir los rigores de la crisis y animadas por el movimiento 15M, decidieron, una tarde de junio, lanzar una nueva convocatoria a través las redes sociales. Marcha Rodea el Congreso“Queríamos ir un paso más allá del 15M”, relata una de las madres a El País. Empezaron por crear un evento en Facebook al que se unieron 10.000 personas en tan solo 24 hrs. Ante tantas muestra de apoyo crearon la plataforma ¡En Pie!, donde ahora trabajan 40 personas.

En principio, el manifiesto que se colgó en Facebook llamaba a rodear el Congreso y “permanecer allí de forma indefinida, hasta conseguir la disolución de las Cortes y la apertura de un proceso constituyente para la redacción de una nueva Constitución, esta vez sí, la de un Estado democrático".

El texto también arremetía contra la Constitución a la que definía como un texto redactado por “una camarilla de espaldas al pueblo". Un manifiesto que pretendía una ruptura con el sistema y cuyo tono se suavizó tras la llegada de la Coordinadora 25S. Ahora la intención de los convocantes no es un cambio de sistema sino abrir un “debate profundo”.

“Ninguna de las medidas que sufre el español estaba en el programa electoral del PP”, explica Juan Álvarez, coordinador de la plataforma 25S. “El gobierno ha incumplidos sistemáticamente su programa electoral; por eso consideramos que ha perdido toda legitimidad. Reclamamos un referéndum sobre las políticas del gobierno o unas nuevas elecciones”. “Cuando una empresa estafa, si se descubre se denuncia y los responsables deben pagar las consecuencias” alega.

Sin embargo a nivel político, esto no funciona exactamente así, explica Juan Carlos Monedero, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. “Los programas –electorales– no tienen la validez de un contrato porque los jueces así lo han querido (ningún juez ha juzgado a ningún gobernante por prevaricar en esta dirección). Pero cuando el PP se presenta con una promesa de salvación frente al PSOE y en apenas unos meses incumple todas y cada una de sus promesas, la mentira estalla, la deslegitimación se acelera” explica.

Ocupar la soberanía

A las 18:00 h comienzan las marchas. Una desde la estación de tren de Atocha y la otra desde Plaza de España a través de Gran Vía. El plan es unirse en Neptuno, a 300 metros del hemiciclo. No para asaltarlo, sino para mostrar el desacuerdo con el gobierno. Marcha Rodea el Congreso“Ocupar el Congreso —el eslogan del movimiento— no significa asaltar físicamente nada: 'Ocupa el Congreso' va en el sentido anglosajón, es un guiño al movimiento Occupy. Queremos “ocupar” el espacio de soberanía ciudadana que nos han arrebatado”, asegura Alvarez.

Aunque cinco de las marchas está aprobadas por la delegación del Gobierno, el peso de la policía se hace sentir a lo largo de la manifestación. Durante las marchas se blindan las calles aledañas al Congreso mientras las muestras de apoyo se suceden entre los viandantes que se encuentran con la manifestación. Una vez en Neptuno, a los 30 furgones que “escoltaron” a los manifestantes desde Plaza de España, se les unen los de Atocha. Pronto llegará la policía montada a caballo y las unidades con pelotas de goma.

La delegada del gobierno de Madrid, Cristina Cifuentes, defendía días antes la envergadura del despliegue policial porque “al tratarse de una convocatorio por internet, tan difusa, no sabemos para lo que tenemos que estar preparados”.

Los organizadores tampoco, pero lo intuían: Tres días antes de la marcha, la policía les había tomados los datos en el parque del Retiro, durante una asamblea, y había arrestado a ocho de ellos. Además, el día de la manifestación, varios buses fletados por indignados fueron detenidos por la policía que identificó y cacheó a sus ocupantes. “Sabían que éramos nosotros. Salíamos de Valladolid y una lechera (furgón policial) nos cerró el paso. Otra se puso detrás y nos mandaron bajar parar para cachearnos” explica Pepe Martinez. Por eso, antes de la marcha se repartieron panfletos con los procedimientos a seguir en caso de carga policial, o los números de los abogados de guardia en caso de que un manifestante fuera detenido. También se hacia un llamamiento a la resistencia pacífica y a la no violencia.

Cuando las dos marchas confluyen en Neptuno la tensión aumenta. Ningún policía lleva identificación visible, como según la delegada del gobierno, manda la ley. Marcha Rodea el CongresoTampoco parecen dispuestos a identificarse a petición de los manifestantes. Los que se atreven a pedir las placas son detenidos o insultados. Los primeros enfrentamientos no se hacen esperar. Sobre la siete de la tarde ocurre la primera carga cuando grupos de jóvenes intentan derribar las vallas que protegen al Congreso. La policía actuá con contundencia. Palos y detenciones. Los organizadores llaman a la calma. La gente reacciona, deja de correr y alza las manos “¡Estas son mis armas!” se oye. Un grito que se repetirá cada vez que haya palos.

Ana María Gallardo, jubilada de 76 años, que estaba en primera fila se retira tras la primera embestida. “Permiso, me voy porque tienen ganas de matarnos” explica a unas adolescentes que han venido de Galicia y le cierran el paso. “Nos quieren matar, pero de hambre” dice una de la jóvenes.

La discusión se arma. “Mi hija ha tenido que volver a casa con mis tres nietos porque ya no puede pagar el alquiler y el cole para los niños”, comparte Gallardo. “Sí y nosotras hemos tenido que pedir un crédito para los estudios”, replica la joven. Se une otro joven que se protege la cabeza con un casco. “El gobierno ha pedido un primer rescate para los bancos y ahora quieren pedir un segundo sin consultarnos a nosotros, que somos los que vamos a sufrir las consecuencias”. “¡Sinvergüenzas!” concluyen todos.

Al otro lado de la barrera, ajenos a las protestas, se celebraba la reunión de las Cortes con total normalidad. Como explica el periodista Fernando Garea, “detrás de las vallas y de centenares de policías a pie, a caballo y con perros, en el hemiciclo seguían el pleno solo unos 50 de los 350 diputados. Como si nada pasara”. Según el periodista, fueron pocos los que se acercaron a la puerta para ver lo que ocurría a 500 metros. “La mayoría permanecían en sus despachos o en otras dependencias y el principal tema de conversación era cómo salir del cerco al acabar el pleno” escribe en El País.

El orden del día tampoco trataba el tema de las calles, según los medios acreditados dentro del hemiciclo. Marcha Rodea el CongresoPara muchos, como Carlos Floriano, número tres del PP, los manifestantes son “extremistas” y ellos están legitimados para gobernar por 25 millones de votantes. “Los de hoy no se sabe si quieren acabar con la democracia”, declara a la agencia EFE. Otros, como la portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez, insisten en la necesidad de defender el Parlamento, frente a la pretensión de “ocuparlo” en señal de protesta.

Para Juan Carlos Monedero, la manifestación ha mostrado una ruptura de la “legitimidad vinculada a la asunción de que el Parlamento es el órgano de legitimación de la democracia”. Según Monedero, “la democracia es incompatible con el capitalismo en crisis ya que sirve antes a la lógica de reproducción del capital —en este caso, el servicio de una deuda ilegítima— que a la satisfacción de las necesidades populares”.

Cae la noche. Tras dos horas de tensión comienzan los primeros altercados graves. Las cámaras de televisión, apostadas en una tarima de hierro, muestran como un grupo de encapuchados intenta provocar a la policía. Una mujer de mediana edad se pone en el medio de ambos e intenta detenerlos “¡Parad, No!” En vano. Cinco segundos después, un palazo en la pierna a un antidisturbio enciende la mecha. Empieza la carga. La gente huye mientras la policía golpea indistintamente a violentos y pacíficos. Un policía agarra a una pareja que permanece abrazada en el suelo, cuando un joven le asesta una patada y lo aparta. La pareja huye y el policía es separado y pateado por los manifestantes.

La situación se descontrola. Llueven vallas, la gente arranca adoquines y los lanza a la policía, que saca las pelotas de goma. Pronto llegan los primeros heridos. Un anciano con la cabeza llena de sangre que ha conseguido huir se sienta desorientado en un banco del paseo mientras a su alrededor se suceden los palos. Cerca, un joven intenta asistir a una mujer que se aleja cojeando mientras grita “¡Asesinos!” Las detenciones no tardan en llegar. Marcha Rodea el Congreso35, según el balance final de la noche, a los que, según han informado fuentes de Interior, se les imputará un delito contra los Organismos de la Nación —además de alterara el orden público y daños y lesiones— que acarrea penas de prisión de entre 6 meses y un año.

No llevar placa

Las cargas siguen. En los bares de los alrededores de Neptuno los antidisturbios intentan entrar. Algunos lo consiguen y sacan a los manifestantes que se refugian en ellos. En otros establecimientos los dueños salen para evitar la entrada de los uniformados y proteger a los que se han escondido. Fuera, la persecución sigue hasta la estación de Atocha (a 1 kilómetro del Congreso), donde varios policías entran y disparan pelotas de goma y agreden indistintamente a manifestantes y a pasajeros. A esa misma hora, el secretario general del Sindicato Unificado de la Policía (SUP), José Manuel Sánchez, escribía en su twitter “Para los de las identificaciones: no las llevan (la policía) y apoyamos que no las lleven ante organizaciones violentas. Leña y punto”.

El saldo final: 64 heridos, uno de ellos con daño medular y pronóstico grave. Además, las cámaras han filmado a varios policías vestidos de paisanos infiltrados entre los manifestantes. Videos como el de un policía de la Secreta que grita “¡que soy compañero, coño!” mientras los uniformados le golpean, circulaban el miércoles por todas las redes sociales y avivaban el debate sobre la actuación policial.

La calma no llega hasta bien entrada la madrugada. Llega el momento de hacer balance. La policía anuncia que ha incautado tirachinas, escudos hechos con tapas de cubos de basura, tornillos, 4.000 latas de cerveza y más de 267 kilos de piedras. El gobierno cierra filas y les da su "respaldo absoluto”. El miércoles, en declaraciones a RNE, Cristina Cifuentes, delegada del gobierno de Madrid, felicitaba a “la Policía Nacional porque ayer demostraron su profesionalidad en circunstancias muy difíciles".

A las pocas horas llegan las declaraciones del Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, de viaje oficial en Nueva York: Marcha Rodea el Congreso“Permítanme que haga aquí en Nueva York un reconocimiento a la mayoría de españoles que no se manifiestan, que no salen en las portadas de la prensa y que no abren los telediarios”, dijo en la Americas Society, un club dedicado a fomentar las relaciones con el mundo hispano. “No se les ven, pero están ahí, son la mayoría de los 47 millones de personas que viven en España. Esa inmensa mayoría está trabajando, el que puede, dando lo mejor de sí para lograr ese objetivo nacional que nos compete a todos, que es salir de esta crisis”. Rajoy ya había advertido al principio de su mandato que sus políticas iban a traer movilizaciones.

Por su parte, partidos como PSOE e CiU hablan de “desafección” y "divorcio" entre la política y los ciudadanos. En este sentido, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de que España "cada día se le está yendo más de las manos".

“Las protestas ya no sirven para que el poder escuche, porque las contradicciones son estructurales. En tanto en cuanto el malestar no sea mayoritario y la voluntad de cambio no sea sostenida coherentemente por las mayorías, no van a existir transformaciones”, explica Juan Carlos Monedero sobre la actitud del gobierno.

A la espera de que sean mayoría, los convocantes del 25S han llamado a una nueva concentración el sábado a las 18:00 horas en el mismo sitio. Añaden, además, una nueva consigna: que nadie acuda encapuchado para poder identificar a la policía secreta y mantener el carácter pacífico de la manifestación.

El sábado, el Congreso está cerrado, por lo que no se alterará “el normal funcionamiento de los órganos de gobierno” o en jerga del Gobierno, no habrá riesgo de “golpe de Estado” como insinuó María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla-La Mancha, sobre la situación que se vivió el martes. Los diputados tampoco tendrán que abandonar el hemiciclo por la puerta de atrás o recurrir a la policía para que les cree un cordón de seguridad por donde salgan los coches oficiales. Pero en Madrid se espera sobre todo que las urgencias no se llenen de heridos y que la manifestación sea una demostración de madurez democrática. Por ambos lados.

Leer más:
Las diferencias del rescate español. Reportaje de De la Cruz [Jun 2012]
Valencia, la Grecia española. Reportaje de De la Cruz [Mar 2012]