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El general retirado Cömert, formado en Norteamérica y activo en la política turca, acusa Estados Unidos y a Europa de apoyar las reivindicaciones kurdas para debilitar Turquía y hacerse con el control sobre las fuentes de energía en Asia Central.
Cömert expresa en la entrevista una convicción profunda, que comparte con la mayoría de los altos cargos militares turcos: la de ser el garante de la unidad de Turquía, no sólo frente a agresiones exteriores sino también frente a las disidencias internas. De ahí su rotunda oposición al 'plan de paz' de Abdullah Öcalan, el encarcelado lider de la guerrilla kurda PKK, que lanzó en agosto de 2009 una iniciativa de negociación con gobierno turco. El AKP —el partido moderadamente islamistas en el poder— también señala su disposición a negociar con el PKK, si éste deja las armas.
¿Cómo valora el rol actual de Turquía en la OTAN?
Tras la guerra fría, la geopolítica cambió para muchos países, también para Turquía, quien ocupa una posición privilegiada en el mapa geopolítico. Durante muchos años, el hecho de estar en la OTAN sirvió de garantía para la democracia y la libertad, pero desde 1992, Estados Unidos la está utilizando para atacar este área, obligando a muchos países a seguir esta política a pesar de ir en contra de sus intereses. Estados Unidos pasó a ser la fuente de conflicto, a ser el asaltante, perdiendo de esta forma gran parte de su prestigio. Nosotros nos dimos cuenta de esta nueva estrategia de Estados Unidos en Eurasia.
¿Cuál es esta estrategia?
Estados Unidos pretende neutralizar a los agentes regionales para hacerse con las fuentes de energía de Asia Central y encima quería que el ejército turco le sirviera en sus propósitos. Como un cowboy nos dijo: ¡ven con nosotros y vive la vida! Pero Turquía no podía romper con sus vecinos y socios históricos. Y así pasó hasta 2003, cuando colaboramos al ataque contra Afganistán e Irak.
¿Qué opina sobre el anuncio de Abdullah Öcalan y la iniciativa del gobierno para que el PKK abandone la violencia?
El supuesto plan de paz con el PKK no es una iniciativa turca, sino de Estados Unidos. ¿Si no cómo explicarías que Estados Unidos se entere antes que el gobierno de las propuestas de Öcalan? Este tipo de acuerdos son un suicidio para Turquía. Estados Unidos está fomentando los conflictos étnicos para conseguir sus intereses. El objetivo último sería dividir a Turquía. En Europa y en Estados Unidos también hay diferentes orígenes. ¿Por qué no se dividen entre ellos? No existe ninguna nacionalidad pura, y el gobierno turco no debe negociar con terroristas. ¿Cómo acabaron las negociaciones con ETA en España? Turquía necesita la paz, pero el PKK tiene que pedir perdón y entregar las armas antes. Llevan 25 años matando.
Pero los kurdos existen, no son un invento de Occidente…
Occidente no está ayudando a solucionar el problema del PKK. No digo que les esté apoyando con armas o con dinero, pero sí se ha convertido en el refugio de muchos guerrilleros kurdos, quienes realizan su propaganda desde allí. Por ejemplo, el PKK emite desde Dinamarca a través de un canal de televisión pro independentista. ¿Qué es lo que gana Dinamarca con esto?
Entonces ¿cómo solucionaría usted el problema kurdo?
El mantenimiento del conflicto no ayuda a nadie. Pero ellos deben de aceptar que son turcos y que son parte de la República de Turquía.
Pero ellos no aceptan que sean turcos: ellos son kurdos.
Entonces nosotros no los aceptamos a ellos.
[Servet Cömert es uno de los militares que ha estado bajo investigación por el 'caso Ergenekon', un proceso judicial iniciado en 2008 contra un centenar de políticos, militares, periodistas, académicos, empresarios y mafiosos, acusados de pertenecer a una organización secreta que pretendía desestabilizar el país. En marzo de 2008 fue detenido Dogu Perinçek, dirigente del Partido Obrero turco, del que Cömert es vicepresidente.
Los primeros indicios saltaron en 1996 con el 'escándalo Susurluk', que reveló la existencia de un red de intereses comunes entre fuerzas políticas nacionalistas, el crimen organizado y las altas esferas militares. La investigación sistemática, aún en marcha, es considerado por muchos una lucha por el control real del país que enfrenta el gobierno democráticamente elegido y el derin devlet o 'estado profundo', es decir las fuerzas que mueven los hilos del poder y asocian las fuerzas de seguridad con la mafia y los grupos nacionalistas. Otros creen que 'Ergenekon' es una excusa del gobierno para reprimir a las principales fuerzas sociales opositoras.]
Servet Cömert nació en 1940 en Aranuç en la provincia de Artvin, situada en la costa del Mar Negro y fronteriza con Georgia. Estudió en la escuela de infantería y después se graduó en la Academia de las Fuerzas Armadas. Más tarde se especializó en operaciones de montaña y comandos especiales, haciendo cursos de paracaidismo en Estados Unidos.
Sirvió en Chipre entre 1964-1966 y después durante el enfrentamiento turco-griego en la isla, en 1974. Más tarde fue destinado a Bélgica, como representante en la OTAN y a Nápoles, donde realizó cursos de formación. En 1988 fue ascendido a general. Además, Comert fue condecorado por su actuación en la guerra de Chipre.
Tras su retirada, creó la Fundación para la investigación histórica de Turquía e impartió clases de geoestrategia en la Academia Militar. Desde 2006 es vicepresidente del Partido Obrero turco (Isçi Partisi, IP), una formación nacionalista de izquierdas, pero de influencia menor: en las elecciones de 2007 alcanzó sólo el 0,4 % de los votos.
Con el nuevo gobierno, dirigido por el AKP, parece que el Ejército está perdiendo poder... o prestigio.
El ejército turco es un ejército nacional, formado por turcos venidos de todos los rincones del país. Yo no soy miembro del Parlamento, pero lo cierto es que ninguna nación habla mal de su ejército. Si hacemos una encuesta entre los turcos descubriremos que el ejército es la institución con más prestigio de Turquía.
¿Qué me dice entonces del caso Ergenekon?
Yo ya he dicho que lo de Ergenekon no son más que mentiras. Todo es parte del mismo plan de Estados Unidos para dividir a Turquía. Lo que será mucho más fácil si eliminas a la oposición que defiende los verdaderos intereses nacionales. No pueden ser juzgados como terroristas, son intelectuales. Yo conozco a muchos de los que han sido procesados: periodistas, políticos, generales, rectores de universidad... y puedo asegurar que ninguno de ellos quiere ningún mal para su país. Yo también fui investigado en este caso y puedo decir que quiero a mi país y que sé distinguir entre el bien y el mal.