La
Dama de Elche es falsa
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Ya en un primer momento, el erotismo de la boca maquillada permite intuir la corriente estética de su tiempo: así se admiraba la belleza femenina en el siglo XIX. Un método estilístico que poco antes ya me había permitido desenmascarar la Perséfona en el museo de Berlín. |
Como es habitual en este tipo de falsificaciones, las roturas no obedecen a lógica alguna. Hay una muesca, cerrada con masilla, en la mejilla izquierda bajo la oreja, es decir en un punto absolutamente protegido: aquí no se puede romper nada antes de que se hayan dañado la nariz, las joyas de la cabeza y la oreja misma... y éstos están intactos. Eso ya no es sospechoso: es imposible. Y desde un punto de vista artístico-estético, se aprecia un cuello demasiado gordo, una nariz poco orgánica, un tocado puntiagudo algo irreal; sólo el adorno da una impresión realista. Las aproximadamente 300 figuras que fueron encontradas de forma conjunta con una figura parecida, la "Gran Dama oferente" en la excavación del Cerro de los Santos cerca de Elche (Alicante) tienen mucho en común; según el texto que acompaña sus vitrinas en el museo de Madrid han sido talladas "prácticamente por la misma mano"; sus expresiones son idénticas sin evolución que sugiera un desarrollo de la tradición artística. |
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No obstante, los arqueólogos las reparten sobre unos cinco siglos. Sus rasgos - cabello, orejas, ojos - son descritos en el mismo texto como "arcaicos o seudo-arcaicos" (!). Las cabezas de hombres no tienen cuello ni agujeros que puedan servir para fijarlas sobre una base; es decir que son bustos cuyas bases nunca fueron encontradas. Las roturas son irregulares y bien pueden haber sido provocadas. Algunas figuras recuerdan un estilo paleocristiano, románico, irlandés... sobre todo las estatuas de animales se asemejan a las irlandesas; son las únicas que podrían ser auténticas. Existía además
otra escultura menos elaborada, conocida como la "Gran Dama de Elche",
identificada pronto como falsificación. Pero el 4 de agosto de
1897, la hoy famosa Dama de Elche fue hallada en La Alcudia y rápidamente
exportada a París. Allí fue expuesta en el Louvre y admirada
por el público. Luego fue recuperada por el rey español
como "reina mora". Este tránsito internacional convirtió
la estatua en famosa y permitió declarar su autenticidad, junto
a las demás figuras del Cerro de los Santos. Las autoridades francesas
habían considerado éstas hasta entonces como falsificaciones.
Hasta donde permite intuir la literatura sobre el tema, el debate sobre
la autenticidad de la Dama de Elche - tan antiguo como el hallazgo - está
finalmente decidido: el profesor John F. Moffitt acertó plenamente
con su primer escrito que, en 1985, constató la falsedad de la
estatua. La segunda versión, publicada 1995 en la Universidad de
Florida, aporta suficientes argumentos como para aceptar sus tesis. R.
Olmos y T. Tortosa volvieron a reunir todos los datos en 1996 durante
un simposio dedicado a este tema. Los resultados son evidentes y no permiten
más dudas: La Dama de Elche y todos los hallazgos que la acompañan
fueron fabricados en el siglo XIX. El texto dispuesto sobre la vitrina
del Museo Arqueológico de Madrid deja traslucir esta convicción
en lo que se refiere a las demás figuras de la excavación
y en el vestíbulo del Museo se pueden adquirir las obras que acabamos
de citar. ¿Una doble moral? A quien sólo quiere admirar
una obra de arte, se le sugiere que está ante un monumento arqueológico;
a quien sabe leer se le informa de que se trata de una falsificación...
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Literatura: Traducción
del alemán: Ilya U. Topper
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Perdona, en este artículo hay una confusion de las dos Damas: La Dama de Elche se encontró 1897 en La Alcudia (Elche, Alicante), la Gran Dama oferente ya antes de 1870 en el Cerro de los Santos (Albacete). Sin embargo, las Damas fueron relacionadas por su entorno arqueológico. Uwe Topper Vease el Dabate ![]() ![]() |